Ya es primavera en el corte ingles.

Domingo. Día del Padre. Amanecimos y las chicas y yo fuimos a hacer el desayuno. Huevos revueltos para todos (perros incluidos) y café con leche para nosotros y chocolatada para las enanas.

Después mandé un e-mail enrabietado, porque para que envenenarme yo sola. Las rabietas hay que compartirlas, especialmente con quien te las da tan gratuitamente.

Después abajo. Hablé con mamá, las chicas desde que se despertaron estuvieron en modo destroyer. Me agarraron una lata de pintura (blanca) y me pintaron una pared del lateral de la casa. En menos de 15 minutos, tenía como 2 metros de pared pintado hasta la altura de Anna. Usaron un rodillito. Casi las mato aunque no las maté porque pensé en los beneficios a futuro. En este momento hay toque de queda. Están en el sleepout mirando Enchanted y no pueden salir. De esta forma sólo destruyen lo que hay en el sleep out (sus juguetes).

Ayer compré una puerta que pondremos en algún momento en mi habitación. Las 3 puertas que tengo (mi hab la de Anna y la de Olivia) son de una calidad más que espantosa. También una cómoda de pino por $20 que estoy arreglando (hoy hice el espejo y los cajones)

Por la tarde, sacamos fotos del cielo porque fue rarísimo. Había un arco iris alrededor del sol y el cielo estaba color mostaza, sin una sola nube. Realmente impresionante.

Silvina, Guille, Gustavo, Jeff y Valeria andan con el Skype. Y yo me resisto a hablar por teléfono por pc, sin poder moverme. Tanto me resisto que no tengo ni micrófono.


Tenemos tomates de huerta. Dulces. Casi negros. Douglas no quiso comer. Dijo que le daba impresión, aunque reconocía que eran deliciosos.

Y saque fotos de mi jardín. No del jardín que es un asco, pero si de flores que están apareciendo porque es primavera. Hoy casi daba gusto mirar el agua de la piscina. Unos cuantos graditos más y esta para el zambullón.